Post by yasmina on Jul 20, 2016 2:51:02 GMT
Intoxicación por plomo, más que sangre pesada
Jueves 14 de julio del 2011, 03:33 am, última actualización.
www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/salud-mental/articulos-relacionados/intoxicacion-por-plomo-mas-que-sangre-pesada.html
Jueves 14 de julio del 2011, 03:33 am, última actualización.
www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/salud-mental/articulos-relacionados/intoxicacion-por-plomo-mas-que-sangre-pesada.html
Aunque el plomo es conocido desde hace miles de años, su extracción, refinación y amplio uso industrial han incrementado sus concentraciones en suelo, agua y aire, principalmente en ciudades y zonas mineras; cuando el organismo humano se satura con este elemento pueden presentarse múltiples problemas que perjudican gravemente la salud.
Intoxicación por plomo, más que sangre pesada
Los siguientes son dos hechos que nos llaman a cobrar conciencia sobre cómo la contaminación ambiental afecta nuestra salud. Primeramente, un estudio realizado en la Universidad de Chicago, Estados Unidos, a un cabello del genial músico alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827) permitió determinar que su muerte no se debió a sífilis o a una enfermedad hepática como se había especulado, sino a saturnismo, padecimiento crónico causado por intoxicación con sales de plomo.
No sólo esto; los cambios drásticos de humor, graves dolores en todo el cuerpo e incluso la sordera del compositor, que aparecen como características en todas sus biografías, pudieron deberse a grandes cantidades de este elemento que ingirió paulatinamente a través de agua contaminada y pescados obtenidos del Río Danubio, igualmente afectado por compuestos nocivos.
El segundo acontecimiento, en el ámbito local, es reciente registro de gran número de niños y adultos intoxicados con plomo en la ciudad de Torreón (Coahuila), presumiblemente por los desechos de una planta metalúrgica local, lo cual ha llamado la atención sobre las repercusiones de la industrialización, cuyos efectos potenciales se han observado en México desde mediados del siglo XIX, pero que en la actualidad cobran mayor importancia debido a la conciencia que en general se empieza a adquirir en cuanto a la relación que guardan ecología y salud.
Por ello, es necesario informarse sobre los riesgos de padecer una intoxicación por plomo, la que generalmente se manifiesta con palidez, vómito, dolor abdominal, apatía, estupor, estreñimiento, disfunción eréctil, irritabilidad y falta de coordinación muscular, aunque los alcances del problema son mucho mayores. Asimismo, exponemos algunas medidas útiles para eliminar de manera natural este metal.
Contaminación por plomo
El plomo es un metal pesado, de color gris azulado, que se encuentra ampliamente distribuido en la corteza terrestre tanto por motivos naturales (es una emisión de volcanes activos, por ejemplo) como a consecuencia de su empleo industrial o como resultado del uso de ciertos combustibles; está presente también, en pequeña escala, pero de manera muy directa, en el humo del cigarrillo.
Asimismo, es posible que vegetales y cosechas se contaminen con este metal por el excesivo uso de fertilizantes, porque los cultivos se encuentren cerca de sitios con desechos peligrosos y áreas con elevado tránsito vehicular, o porque son regados con aguas que han entrado en contacto con residuos industriales depositados de manera clandestina e ilegal en lugares cercanos a poblaciones humanas.
Además, se deben añadir otras actividades que perjudican la salud del ser humano, como reciclaje de baterías (las que utiliza la industria automotriz y aquellas que requieren los aparatos eléctricos), la imprenta, cerámica vidriada para cocinar y almacenar alimentos, y combustión de gasolina (aunque ahora esta fuente está más controlada); del mismo modo, entrar en contacto directo con pinturas de paredes, puertas y ventanas fabricadas con base en este metal, uso de crayolas y lápices para iluminar no regulados (productos de contrabando), y operaciones de fundición y soldadura son vías comunes para entrar en contacto con dicho elemento.
Por ello, este contaminante puede incorporarse a nuestro organismo al respirar aire con polvo que lo contiene en forma de partículas suspendidas, de modo que el plomo se aloja en pulmones, entra al torrente sanguíneo y así se traslada a otras partes del cuerpo; de igual manera puede introducirse a través del sistema digestivo (en concreto por los intestinos) cuando se ingieren alimentos y agua contaminados, o cuando los niños juegan con tierra u objetos que contienen el elemento y se llevan las manos a la boca.
Parte del plomo que entra a nuestro organismo se absorbe y se distribuye a todos los órganos y tejidos del cuerpo; la otra parte es desechada, principalmente a través de orina y heces. El que logra quedarse en el cuerpo puede permanecer en los diversos órganos desde unos cuantos minutos hasta días completos, para luego seguir su camino hacia los huesos, donde se alojará definitivamente.
Efectos en la salud
Independientemente de cómo entra al cuerpo, el exceso de plomo en el organismo o saturnismo se manifiesta, dependiendo de la gravedad de la intoxicación, mediante trastornos de conducta, alteraciones del lenguaje y la capacidad auditiva, anemia, debilidad, vómito, diarrea y dolor abdominal recurrente; prácticamente todos los órganos del cuerpo humano son afectados, aunque son más vulnerables los sistemas nervioso y circulatorio, sobre todo en niños.
En mujeres en edad reproductiva y embarazadas, la exposición a altas concentraciones de plomo aumentan el riesgo de que durante gestación y lactancia transmitan el contaminante a su hijo, generando repercusiones nefastas: bajo peso, deficiencias en desarrollo neuronal, lento aprendizaje, carácter agresivo (proclive a la delincuencia, según estudios) y baja capacidad intelectual.
A largo plazo, los pequeños con saturnismo pueden tener problemas neurológicos irreversibles, disminución de inteligencia, retraso en el desarrollo motor, deterioro de memoria y problemas de audición y equilibrio. En tanto, los adultos llegan a sufrir aumento en presión sanguínea, parálisis en muñecas y tobillos, mal funcionamiento renal, mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares (embolia, derrames cerebrales) y particularmente en hombres se puede presentar disminución y alteraciones en los espermatozoides.